Plateresco

Fachada de la Universidad de Salamanca.
Fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso en Alcalá de Henares
Fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso en Alcalá de Henares
Portada del Hospital de los Reyes Católicos, en Santiago de Compostela.

El plateresco, también llamado gótico plateresco, protorrenacimiento, estilo Isabel, estilo Reyes Católicos (estos dos últimos en referencia a su primera fase) y estilo Príncipe Felipe (referido a su fase renacentista), fue una corriente artística, especialmente arquitectónica, desarrollada por la monarquía española en la península ibérica y los territorios imperiales de América y Asia, que apareció entre el gótico tardío y el Renacimiento, a finales del siglo XV, extendiéndose durante los dos siglos siguientes, es reconocido como estilo genuinamente español.[1]

Resulta de una modificación del espacio gótico y de una fusión ecléctica de componentes decorativos mudéjares, del gótico flamígero y lombardos, así como primerizos elementos renacentistas de origen toscano.[2]

Ejemplos son la inclusión de escudos y pináculos, las fachadas divididas en tres cuerpos (mientras que las renacentistas están divididas en dos) y las columnas de tradición renacentista. Llegó a su máxima expresión durante el reinado de Carlos I,[3]​ especialmente en Salamanca, aunque también floreció notablemente en otras ciudades de la península ibérica como León y Burgos y en el territorio de Nueva España que hoy es México.[3][2]​ Considerado a veces corriente renacentista y otras estilo propio, recibe a veces los nombres de Protorrenacimiento[4][5]​ y Primer Renacimiento como rechazo a considerarlo un estilo en sí mismo.[6]

El estilo se caracteriza por una decoración prolífica que cubre las fachadas con elementos vegetales, candelabros, festones, criaturas fantásticas y todo tipo de figuraciones.[3]​ La configuración espacial, sin embargo, seguía más claramente un referente gótico. Esta fijación por partes concretas, sin modificaciones estructurales respecto del gótico y apenas espaciales, hacen que sea clasificado muchas veces como variación y no como estilo.[7]​ En Nueva España el plateresco adquirió una configuración propia, aferrado fuertemente a su herencia mudéjar y mezclándose con influencias indígenas.[3]

En el siglo XIX, con el auge de los historicismos, la arquitectura plateresca revivió bajo los nombres de estilo Monterrey y estilo español.[7]

  1. Jhon H. Elliot, La España Imperial (2006). La España Imperial. RBA Coleccionables S.A. p. 132. ISBN 84-473-4561-0. 
  2. a b Bozal, 1978, pp. 157, 165.
  3. a b c d Arellano, Fernando; El arte hispanoamericano, pp 13-14. Ed. Universidad Católica Andrés (1988). ISBN 978-980-244-017-7.
  4. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas arias
  5. Marías, Fernando; El siglo XVI: Gótico y Renacimiento, p. 24. Ed. Silex Ediciones (2002). ISBN 978-84-7737-037-6.
  6. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas alonso
  7. a b Bendala Galán, Manuel; Manual del arte español, p. 416. Ed. Silex Ediciones (2003). ISBN 978-84-7737-099-4.

© MMXXIII Rich X Search. We shall prevail. All rights reserved. Rich X Search